FOTOS
Las fotos de hoy nos las envia Jorge Reyes de su ultimo viaje a Venecia, en las que sale él con nuestro tambien compañero Joel Aguero. Las dos ultimas nos las envia Alberto Montalban de nuestro compañero Antonio Garcia Villar en un servicio en La Acebeda.
PÁNICO EN EL TÚNEL
El autobús Van Hooll perteneciente a la empresa Nex continental Holding S.L.U. (ALSA) comenzando el servicio Madrid-Bilbao a las 15:00 hrs ha ocasionado un gran caos a la salida del túnel del intercambiador ya que se ha quedado averiado no permitiendo que saliera ningún otro autobús; la grúa desde Torrejón se presentó a las 16:15 hrs entrando marcha atrás por el túnel de salida para enganchar al autobús y así remolcarle para conseguir a las 17:45 hrs descongestionar la salida del intercambiador. Acto seguido no arrancan dos autobuses de la EMT con lo que el caos y los retrasos son aún mayores ocasionando los pertinentes cabreros entre los viajeros.
Muchos de los conductores de Alsa a la vez que los viajeros que se quedaron atrapados en los autobuses de los túneles y debido a los gases que se concentran en el túnel se ven obligados a salir por la rampa a pie para tomar aire ya que sienten picores, mareos y otros síntomas de malestar.
Los viajeros que se encontraban en las dársenas los mandaron a la calle en la parada de la EMT sentido Alcalá, pues se pudieron a sacar los autocares con ayuda de la policía local y algún que otro compañero MARCHA ATRÁS por el túnel de entrada (¿ESA MANIOBRA CONVALIDA EL CAP?) para así poder hacer el servicio saliendo de donde el búho, de esta manera se ha podido descongestionar la aglomeración de gente asta las 18 horas que todo volvió a su ser paulatinamente.
SU REPERCUSIÓN EN PRENSA
Un autobús que salía del intercambiador de la Avenida de América quedó esta tarde atrapado en uno de los túneles de esta infraestructura de transporte. El suceso tuvo lugar a las tres de la tarde y fue solventado poco antes de las siete. Ha sido necesario el trabajo de dos grúas para restablecer la circulación en el intercambioador. Los pasajeros, que se dirigían hacia Burgos, salieron sin problemas del autocar, unos hacia el interior de la instalación y otros al exterior.
El percance provocó el colapso del intercambiador, ya que al menos 40 autobuses no pudieron entrar o salir de las instalaciones de transporte. A las cuatro de la tarde, los responsables del intercambiador decidieron que los pasajeros afectados subieran a la superficie a tomar los autobuses en los que tenían plaza.
La zona de la Avenida de América sufrió por este motivo fuertes retenciones de tráfico que terminaron cuando una grúa procedió a sacar el autobús afectado del túnel en el que se encontraba atrapado. Muchos de los pasajeros afectados han anunciado su intención de presentar reclamaciones por lo ocurrido.
ABC Edicion Madrid dice:Tres y media de la tarde, plena hora punta y, en el intercambiador de Avenida de América ningún autobús se movía. Los conductores conversaban extrañados y las filas de pasajeros se hacían inmensas. ¿Qué pasa?, preguntaban los viajeros. Sólo había una respuesta: un autobús que iba a Burgos se había averiado en la única salida del intercambiador y, como consecuencia, ningún vehículo podía entrar, ni salir.
Minutos después, de entre la oscuridad del túnel, como si fueran topos, aparecía un grupo de personas, con caras de enojo y arrastrando sus maletas. Eran los viajeros del autocar afectado por un problema mecánico. Venían sofocados y asustados porque según aseguraban, había humo y temían un incendio.
«¿Qué hacemos? Nadie nos informa. Esto es una estación tercermundista, una ratonera», decía Rosario Montaña, quien atravesó el túnel sola.El colapso de ayer demostró que urge la remodelación prevista de su estación de autobuses y de sus salidas y entradas. En voz baja, los conductores decían que no es posible que un lugar con tal flujo de vehículos se convierta en un caos sólo por un bus. Fueron casi 50 los autocares detenidos.
Para rematar, en medio de los gritos que iban y venían, no había información clara. La megafonía se limitaba a decir que existía un incidente y pedía paciencia, pero no se vislumbraban soluciones. A las 17.30 horas los pasajeros tuvieron que subir a superficie para tomar los buses que les esperaban en plena calle. La decisión alivió la situación pero el caos se trasladó al exterior y colapsó el tráfico.
Durante el jaleo nadie se acordó de los 40 viajeros que ante el temor de incendio tomaron la ruta hacia la salida del túnel y no hacia el interior del intercambiador. Había ancianos y un bebé en los accesos exteriores. «Hemos estado tragando humo y yo con mi bebé», decía Beatriz; y la secundaba Virginia: «En dos horas no ha venido nadie de Alsa. Voy a reclamar», decía. Tuvieron que llamar a la Policía para que los trasladaran a las instalaciones y exigir mejor trato. Después de insistir en hablar con el gerente de la empresa, que nunca apareció, los embarcaron en otro bus a Burgos con la promesa de que les enviarían las maletas. El tráfico se restableció casi a las 7 de la tarde cuando una grúa logró retirar el bus.