LO PROMETIDO ES DEUDA
Hace un par de articulos os dijimos que os publicariamos una carta de una Asociacion Vecinal, respecto al mal servicio que segun ellos presta nuestra empresa. Pues bien, en este tiempo ha aparecido en una revista de la zona de San Agustin, El Molar y Pedrezuela, otra queja que tambien os vamos a reproducir.
CARTA DE LA ASOCIACION VECINAL DE LA CABRERA
Esta carta la han enviado al Consorcio y ademas nos han mandado una copia y ya ha sido hace unos meses,pero es ahora cuando tenemos constancia de ello:
En las siguientes líneas se exponen una serie de hechos que últimamente vienen ocurriendo en las rutas de transporte que salen del intercambiador de Plaza de Castilla hacia Buitrago de Lozoya y demás municipios del entorno de la A-I.
Durante muchos años Continental Auto nos ha ofrecido un servicio público de transportes en la sierra norte que pocas empresas del mundo mejorarían, demostrado no sólo con la puntualidad del servicio y equipamiento material, sino también por la profesionalidad y calidad humana de sus trabajadores.
Hace aproximadamente un año, esta empresa pasó a denominarse ALSA-Continental Auto y desde entonces no ha habido más que fallos, en todos los itinerarios y en todos los horarios, la mayoría de ellos subsanables si se contara con la organización y previsión inherente a un servicio público esencial sujeto a horarios fijos.
Es tal el cúmulo de despropósitos que ya hemos perdido la cuenta, y a modo de ejemplo se pueden citar las múltiples ocasiones en que el autobús no ha salido, es decir, que los viajeros hemos tenido que esperar al siguiente porque el que estaba previsto en el horario se ha esfumado por arte de magia.
Esta situación ha ocasionado el consiguiente y lógico enfado de la gente, circunstancia ésta que ha derivado en exabruptos, cuando no groserías, hacia el primer conductor que aparece, casi siempre desconocedor de lo ocurrido, que lo único que hace es su trabajo y que tiene que arrostrar una contingencia de la que no es responsable, pero también es la única cabeza visible de la empresa ya que parece ser que no existe encargado que dé explicación ni solución alguna.
Para más inri, en varias ocasiones el autobús que no ha salido ha sido el último de la noche hacia Buitrago o La Cabrera.
¿Qué hemos tenido que hacer? Pues valernos de las posibilidades que teníamos a nuestro alcance: pedir favores a familiares o amigos de Madrid para pernoctar en su casa; compartir un taxi hasta nuestro destino ...; pero algunos no tenemos otra opción más que esperar a que den las seis de la mañana para coger el “siguiente” autobús.
También se pueden enumerar las diversas ocasiones en que el autobús se ha averiado en ruta, y te quedas tirado en despoblado en un arcén, si es que existe, encomendádote a las más altas instancias para que tengas la suerte de que venga otro a recogerte lo antes posible.
No estamos hablando de situaciones puntuales, sino de incidencias un día sí y otro también, y cada vez con más frecuencia.
Tampoco se puede concebir como una cuestión baladí. Cómo le haces entender a tu jefe que tres días en un mes has llegado tarde a trabajar porque el autobús de las 12.00 de Buitrago no ha salido y has tenido que coger el siguiente, el de las 14.00. Lo mínimo que te pregunta es que si eso es antes o después de pasar por Calatayud, porque a la altura del siglo que estamos y con los avances de la tecnología existentes, no hay cabeza pensante que se lo crea.
Ha quedado patente que los responsables de que el servicio funcione correctamente desconocen la idiosincrasia de los pueblos de la A-I. Esta es la única carretera de la Comunidad que no cuenta con servicio de tren; el único transporte regular que tenemos es el autobús. Las distancias con la capital, de la que dependemos en gran medida y en muchos aspectos, son considerables comparadas con otras carreteras de la Comunidad: San Agustín de Guadalix, 35 km; El Molar, 42 km; La Cabrera 60 km; Buitrago de Lozoya, 75 km (una hora y cuarenta minutos de trayecto si no hay atasco), aparte de otros municipios.
Quizás esos encargados también desconocen estas rutas in situ y las normas básicas de seguridad vial, corroborado cuando el pasado invierno, en los días de nevada intensa, llamabas a sus oficinas para preguntar si había servicio de autobuses y te contestaban afirmativamente, pero que los vehículos no pasaban por dentro de los pueblos, que había que ir a cogerlos a la autovía, a un kilómetro de la parada habitual y sin acceso para peatones. Al preguntarles que por dónde saltabas la valla de la autovía, te salían por peteneras y se quedaban tan panchos. Algunos obviamente no pudimos, pero otros usuarios sí que lo cogieron ahí, en el arcén de medio metro de ancho, coches circulando a su lado a 120 km/h y sin chaleco reflectante porque los viajeros no estaban averiados, con el riesgo inherente que esto conllevaba; una heroicidad. Realmente kafkiano.
Hasta ahora hemos sido muy prudentes y hemos tenido mucha paciencia, pero la realidad es que ya estamos cansados de todo esto; de esperas interminables; de pérdidas de tiempo; de situaciones desagradables; de empezar o terminar el día con cajas destempladas; de que los conductores tengan que poner sus cinco sentidos no sólo en su función primordial de conducir, sino también en la de ir solucionando problemas ajenos sobre la marcha, que les desvían la atención de su principal cometido: llevarnos con seguridad.
Después de mencionar estos hechos e indicar sus repercusiones, nuestro deseo sería contribuir a la solución satisfactoria de los mismos, pero desafortunadamente no está en nuestras manos. Por ello confiamos en que el presente escrito sirva de punto de atención y reflexión por parte de los responsables de ese Consorcio y que el mismo se interprete con la buena voluntad con la que lo hemos redactado y con la esperanza de que tenga sus frutos en la pronta solución de los problemas expuestos.
julio de 2009
Durante muchos años Continental Auto nos ha ofrecido un servicio público de transportes en la sierra norte que pocas empresas del mundo mejorarían, demostrado no sólo con la puntualidad del servicio y equipamiento material, sino también por la profesionalidad y calidad humana de sus trabajadores.
Hace aproximadamente un año, esta empresa pasó a denominarse ALSA-Continental Auto y desde entonces no ha habido más que fallos, en todos los itinerarios y en todos los horarios, la mayoría de ellos subsanables si se contara con la organización y previsión inherente a un servicio público esencial sujeto a horarios fijos.
Es tal el cúmulo de despropósitos que ya hemos perdido la cuenta, y a modo de ejemplo se pueden citar las múltiples ocasiones en que el autobús no ha salido, es decir, que los viajeros hemos tenido que esperar al siguiente porque el que estaba previsto en el horario se ha esfumado por arte de magia.
Esta situación ha ocasionado el consiguiente y lógico enfado de la gente, circunstancia ésta que ha derivado en exabruptos, cuando no groserías, hacia el primer conductor que aparece, casi siempre desconocedor de lo ocurrido, que lo único que hace es su trabajo y que tiene que arrostrar una contingencia de la que no es responsable, pero también es la única cabeza visible de la empresa ya que parece ser que no existe encargado que dé explicación ni solución alguna.
Para más inri, en varias ocasiones el autobús que no ha salido ha sido el último de la noche hacia Buitrago o La Cabrera.
¿Qué hemos tenido que hacer? Pues valernos de las posibilidades que teníamos a nuestro alcance: pedir favores a familiares o amigos de Madrid para pernoctar en su casa; compartir un taxi hasta nuestro destino ...; pero algunos no tenemos otra opción más que esperar a que den las seis de la mañana para coger el “siguiente” autobús.
También se pueden enumerar las diversas ocasiones en que el autobús se ha averiado en ruta, y te quedas tirado en despoblado en un arcén, si es que existe, encomendádote a las más altas instancias para que tengas la suerte de que venga otro a recogerte lo antes posible.
No estamos hablando de situaciones puntuales, sino de incidencias un día sí y otro también, y cada vez con más frecuencia.
Tampoco se puede concebir como una cuestión baladí. Cómo le haces entender a tu jefe que tres días en un mes has llegado tarde a trabajar porque el autobús de las 12.00 de Buitrago no ha salido y has tenido que coger el siguiente, el de las 14.00. Lo mínimo que te pregunta es que si eso es antes o después de pasar por Calatayud, porque a la altura del siglo que estamos y con los avances de la tecnología existentes, no hay cabeza pensante que se lo crea.
Ha quedado patente que los responsables de que el servicio funcione correctamente desconocen la idiosincrasia de los pueblos de la A-I. Esta es la única carretera de la Comunidad que no cuenta con servicio de tren; el único transporte regular que tenemos es el autobús. Las distancias con la capital, de la que dependemos en gran medida y en muchos aspectos, son considerables comparadas con otras carreteras de la Comunidad: San Agustín de Guadalix, 35 km; El Molar, 42 km; La Cabrera 60 km; Buitrago de Lozoya, 75 km (una hora y cuarenta minutos de trayecto si no hay atasco), aparte de otros municipios.
Quizás esos encargados también desconocen estas rutas in situ y las normas básicas de seguridad vial, corroborado cuando el pasado invierno, en los días de nevada intensa, llamabas a sus oficinas para preguntar si había servicio de autobuses y te contestaban afirmativamente, pero que los vehículos no pasaban por dentro de los pueblos, que había que ir a cogerlos a la autovía, a un kilómetro de la parada habitual y sin acceso para peatones. Al preguntarles que por dónde saltabas la valla de la autovía, te salían por peteneras y se quedaban tan panchos. Algunos obviamente no pudimos, pero otros usuarios sí que lo cogieron ahí, en el arcén de medio metro de ancho, coches circulando a su lado a 120 km/h y sin chaleco reflectante porque los viajeros no estaban averiados, con el riesgo inherente que esto conllevaba; una heroicidad. Realmente kafkiano.
Hasta ahora hemos sido muy prudentes y hemos tenido mucha paciencia, pero la realidad es que ya estamos cansados de todo esto; de esperas interminables; de pérdidas de tiempo; de situaciones desagradables; de empezar o terminar el día con cajas destempladas; de que los conductores tengan que poner sus cinco sentidos no sólo en su función primordial de conducir, sino también en la de ir solucionando problemas ajenos sobre la marcha, que les desvían la atención de su principal cometido: llevarnos con seguridad.
Después de mencionar estos hechos e indicar sus repercusiones, nuestro deseo sería contribuir a la solución satisfactoria de los mismos, pero desafortunadamente no está en nuestras manos. Por ello confiamos en que el presente escrito sirva de punto de atención y reflexión por parte de los responsables de ese Consorcio y que el mismo se interprete con la buena voluntad con la que lo hemos redactado y con la esperanza de que tenga sus frutos en la pronta solución de los problemas expuestos.
julio de 2009
LA VOZ NORTE
Esta es la siguiente que ha aparecido esta semana en esta revista vecinal de los municipios de San Agustin, El Molar y Pedrezuela:
Al parecer, en Julio, el autobus que debe pasar a las 6 de la mañana por San Agustin, habia venido faltando a su rutina varios dias seguidos, con los consiguientes trastornos y retrasos para los usuarios en sus respectivas ocupaciones.
Usuarios habituales hicieron su oportuna protesta en la oficina de Continental de Plaza de Castilla, y no descartan seguir ejerciendo su derecho de reclamacion por los cauces establecidos, hasta ver de nuevo normalizado y garantizado el servicio.
Una de las vecinas, afectada directa por estos ambios de horario, nos explica ademas, que los autobuses presentan un mal estado de mantenimiento; trampillas por las que se cuela el fio serrano en invierno, aires acondicionados que no funcionan, asientos en mal estado....y muestra su preocupacion porque el servicio de autobuses de San Agustin de Guadalix, el unico medio de comunicacion con Madrid y sus trabajos, pueda verse suprimido de alguna forma, un servicio que "es publico, que pagamos con nuestros impuestos, y que pagamos cada mes con los 70 € que vale el Abono Transpotes y los 2,25€ que cuesta cada viaje", añade.
MAS DEL CULEBRÓN DEL VERANO
Se esperaba antes del 11 de septiembre -plazo máximo fijado por el regulador británico de fusiones y adquisiciones para que la familia Cosmen y el fondo CVC presentaran la oferta sobre el 100% de National Express- pero se conoció ayer. El plazo contaba también para Stagecoach, que había mostrado asimismo interés por los activos de la compañía británica, que opera líneas de ferrocarril y autobús. La familia Cosmen es propietaria del 18,6% de National Express, como consecuencia de las compras que el grupo británico realizó en España en manos entonces del grupo asturiana. National Express compró Alsa en 2005 y, posteriormente, Continental Auto. La oferta supone valorar el 100% de la compañía en 688 millones de libras (784 millones de euros).
La oferta conocida ayer supone una mejora con respecto a las cifras que circulaban hasta este momento. El importe que se había barajada eran unos 500 millones de libras (570 millones de euros), una cifra en torno a la cual National Express no estaba dispuesta a negociar. Además de los Cosmen, en el accionariado se encuentran entre otros Barclays (8%) y Prudential (6,58%).
Reducir la deuda
La compañía acumula una deuda importante, próxima a los 1.000 millones de libras, y ayer reiteró que baraja distintas opciones para acelerar la reducción de los compromisos financieros con el objetivo de crear valor para el accionista. En los últimos meses, los analistas han señalado que una ampliación de capital de unos 400 millones de libras sería la mejora opción para aliviar el problema de endeudamiento que arrastra la compañía.
La oferta conocida ayer supone una mejora con respecto a las cifras que circulaban hasta este momento. El importe que se había barajada eran unos 500 millones de libras (570 millones de euros), una cifra en torno a la cual National Express no estaba dispuesta a negociar. Además de los Cosmen, en el accionariado se encuentran entre otros Barclays (8%) y Prudential (6,58%).
Reducir la deuda
La compañía acumula una deuda importante, próxima a los 1.000 millones de libras, y ayer reiteró que baraja distintas opciones para acelerar la reducción de los compromisos financieros con el objetivo de crear valor para el accionista. En los últimos meses, los analistas han señalado que una ampliación de capital de unos 400 millones de libras sería la mejora opción para aliviar el problema de endeudamiento que arrastra la compañía.
La familia Cosmen recibió en 2005 una participación inicial del 9,9% en National Express como parte del pago de 262 millones de libras (300 millones de euros) abonados por la compra de Alsa, propiedad de la familia española. Asimismo, Jorge Cosmen, presidente de Alsa, actúa también como vicepresidente de National Express. La compañía aclaró ayer que Jorge Cosmen no ha participado en las deliberaciones en torno a la oferta realizada por la familia y el fondo CVC.
Los problemas financieros de National Express proceden en gran parte de la adquisición de Alsa, así como de la también española Continental Auto por 450 millones de libras en metálico (520 millones de euros). Estos problemas y el pasado 1 de julio forzaron a la empresa británica a renunciar a seguir prestando apoyo a su franquicia ferroviaria National Express East Coast.
Otro de los grupos interesados en National Express es Arriva. El consejero delegado del grupo, David Martin, dijo ayer en la presentación de resultados semestrales: "Evaluaremos la situación y veremos si hay alguna oportunidad ahí en la que podríamos querer estar involucrados", informa Reuters.
Fuentes del sector citadas por Europa Press atribuyen también posibilidades de realizar una contraoferta a FirstGroup, que ya realizó una oferta en junio y que fue rechazada. FirstGroup opera los autobuses Greyhound en EE UU.
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